DESCONOCIDA

La señora tendría unos cuarenta y tantos años. Catira. Media arreglada, de apariencia de aquella clase media que en algún momento existió en mi país.
Se paró en el medio del banco, y dijo a todo pulmón, o por lo menos hasta donde su aliento le fuera capaz;


 - 'Buenos Días, Señores. Pensé esto nunca lo tendría que hacer. Vengo de la gerencia, me prohibieron hacerlo, pero es mi Hijo el que necesita ayuda. Le hicieron una operación en la cabeza, y el líquido le subió al cerebro. No responde. Se me muere mi hijo."


Su voz se quebraba a medida que exponía su situación, sacaba aire de donde no tenía. Notabas charcos de agua en sus ojos, sus manos temblaban. Mirada de angustia. Desesperación.

Y sacando de su cartera un dinero, exponía la señora; 'solo tengo 3mil Bs. Mi hijo necesita la operación y son 15Mil Bs. Resulta que no hay gasas, ni inyectadora, ni alcohol. Mi hijo se me muere y no sé qué hacer... no tengo más... ayúdenme. Ayuda. Ayúdame Dios mío. Ayuda!!'


No había terminado de decir esta última palabra, cuando reventó en llanto, su voz quebrada, rota por el dolor, por la angustia de querer hacer y no poder. Trancada en un callejón.
Un silencio rodeó por un momento aquel salón tan grande. Del banco nadie salió a prohibirle.

Muchos la miraban... Al verla, no dudé. Se notaba el dolor, sentías la angustia de esa señora, sin conocerle la vida entera sabías que era cierto. Muchos se le acercaron a ayudarle. Lo que podían, los que querían. 

Entre lágrimas que empañaban su rostro les decía 'Dios te bendiga. Gracias' a todos aquellos que les ayudaron. En algún momento, no pudo más y abrazó a un señor que le ayudaría. Fue tan doloroso.
Se le notaba lo frágil, lo vulnerable que se sentía la señora. No dejaba de llorar, sus manos temblaban, y de su boca solo salían bendiciones para todos los que estábamos allí.

Fueron alrededor de cinco minutos. Llegó el guardia y la tuvo que sacar.

Se escuchaban al fondo 'Su hijo saldrá muy bien señora' 'Dios la bendiga y a su hijo lo sane' 'Tenga Fe, Dios todo lo puede'.


¿Qué tanto podemos llegar a hacer por un ser querido? Por nuestro Hijo, nuestra Madre/Padre.
Para nadie es un secreto que las condiciones en los Hospitales de este país son devastadoras.
No sé quién es la señora, ni su Hijo. El Socialismo acabó con el sistema Público del país, en los hospitales es una guillotina, te la juegas todas, tanto doctores como pacientes.

La necesidad tiene cara de perro... dicen por allí.


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